Después de curiosear un poco en la zona del Hipodromo, y de ver las diferentes columnas que se conservan allí desde hace miles de años, tomamos la calle Divan Yolu hacia arriba.
La calle Divan Yolu es la calle principal que queda en el lado izquierdo de las Mezquitas según miramos a Santa Sofia y por la que circulan los diferentes tranvias que atraviesan la ciudad.
Decidimos acercarnos al Gran Bazar, que esta a unos diez minutos andando de donde nos encontrabamos, el problema es que empezo a llover algo fuerte y tuvimos que resguardarnos de la lluvia donde pudimos para esperar un poco a que se calmase el temporal.
La verdad es que no fue mucho tiempo, y después de unos siete u ocho minutos, pudimos seguir nuestro camino por las calles de Estambul.
Como dato os diré que el Gran Bazar cierra los domingos, así que tuvimos que limitarnos a curiosear en las calles de alrededor, calles en las que como veís hay numerosos puestos y tiendas como para no aburrirnos durante un buen rato.
Una vez llegamos a la zona de la Mezquita Beyacit, decidimos buscar algún sitio para comer. Ya eran más de las dos de la tarde, así que había que decidirse por alguno de los muchos restaurantes que hay en la zona.
Era nuestra primera comida en Estambul, y aunque como veís tiene buena pinta, tengo que reconocer que nos la clavaron. No porque la comida estuviese mala ni mucho menos, si no porque el camarero se aprovechó de que eramos novatos y nos la metieron bien metida.
Nos enseñaron las cartas y decidimos pedir los dos platos que veis en las fotos, uno para mi y otro para mi madre. Una vez habiamos pedido, el camarero nos ofrecio una ración de patatas para picar, a lo que yo dije que si, me dijo que si lo quería con salsa, y yo accedí. Ya cuando se iba, se dio la vuelta y me preguntó si queriamos los platos grandes o pequeños, yo le conteste que normal, la ración normal.
Quizás en las fotos no se aprecia bien del todo, pero os aseguro que las raciones que nos trajeron eran desproporcionadas. Yo creo que soy una persona de buen comer, y os aseguro que no pude terminarme ni la tercera parte de mi plato, así que más de la mitad de las raciones que nos trajeron, y practicamente los dos cuencos de salsa para las patatas que nos sirvieron, se fueron sin tocar.
Las dos raciones que veís, más las patas con las salsas y dos Sprites, ya que fue imposible tomarse una cerveza ya que en la mayoría de los establecimeintos no venden alcohol, fueron 122 TL, unos cuarenta o cuarenta y dos euros, un precio que como ireís viendo no llegamos a pagar en ninguna otra comida o cena, y eso que comimos en sitios más elegantes y caros que este chiringuito de plaza.
Así que después des este buen atracón, y con la mosca detrás de la oreja, porque ya en ese momento yo empecé a sospechar que nos la habian clavado, cogimos de nuevo la calle Divan Yolu en dirección a la zona de las mezquitas.
Nuestra siguiente parada era el Palacio Topkapi, "Palacio de la Puerta de los Cañones", que fue construido en 1465 por el Sultán Mehmed II. El Palacio esta situado entre el Cuerno de Oro y el Mar de Mármara, y durante muchos años (1465-1853) fue el centro administrativo del Imperio Otomano.
Continua ...
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